Para generar vínculo entre marcas y consumidores, es necesario que el cliente perciba de forma clara el valor diferencial que le aporta un determinado producto o servicio respecto de la competencia. Este valor añadido viene determinado en gran medida por la gestión de la cadena de suministro, por eso muchas empresas apuestan por la logística como ventaja competitiva.
“Prestar atención a la gestión de supply chain debe ser un pilar básico en la estrategia de nuestro negocio”
Hoy día, la cadena de suministro o supply chain puede determinar el éxito o fracaso de una empresa, ya que su impacto en la cuenta de resultados es crucial, al margen de un gran portfolio de productos de calidad o una fuerza de ventas exitosa. Prestar atención a la gestión de supply chain debe ser un pilar básico en la estrategia de nuestro negocio. Es ahí donde reside gran parte de nuestra ventaja competitiva, cuyos principales beneficiarios son nuestros clientes.
Vivimos en un mundo de constante cambio en cuanto a pautas de consumo se refiere. Prueba de ello es el auge del e-commerce o comercio electrónico, una tendencia al alza que ha crecido exponencialmente en los últimos tiempos como respuesta a las restricciones de movilidad impuestas por la aparición de la Covid19, entre otras variables. Estar preparados ante el cambio implica adaptarse a nuevas necesidades de distribución, lo que implica necesariamente una revisión de la cadena de suministro para mantener el status quo de la atención al cliente como el eje principal de nuestra estrategia empresarial.
Inversión, un factor clave para la diferenciación
Ofrecer el mejor servicio al cliente al mínimo costo es una idea que debe modificarse para lograr mayor competitividad en el mercado. Para ello, a veces es necesario invertir más que reducir gastos si queremos lograr esa diferencia competitiva. Un claro escenario donde aplica todo esto es en la inversión tecnológica.
Hoy día los clientes quieren saber en todo momento el estado de sus pedidos de forma fácil y rápida mediante un canal que ofrezca esta información permanentemente actualizada. Para ello será necesario que los transportes cuenten con un sistema GPS que provea esta información en tiempo real, lo que conlleva a mejorar nuestra flota de transporte y por tanto, invertir en nuestro sistema de logística. Como vemos, maximizar la atención al cliente no siempre va a lineado con la filosofía del mínimo costo.

La inversión tecnológica tampoco debe llevar aparejado un impacto al alza en los precios de consumo, ya que puede vulnerar la lealtad de los clientes a las marcas antes cambios drásticos en su política de precios.
Sin embargo, el costo siempre está presente en los planes estratégicos de cualquier empresa. Ciertamente, la reducción de costes es una de las máximas que debemos conjugar para una buena cuenta de resultados. Y la cadena de suministros se lleva un porcentaje importante en el total de gastos de una organización. Hay que tener presente que cualquier disminución de gastos no debe comprometer la calidad del producto o servicio ni la atención prestada al consumidor.
Las eficiencias derivadas de esta política de costes deben enfocarse en poder ofrecer una ventaja competitiva que beneficie al consumidor. Un ejemplo lo tenemos en la optimización de almacenes que permitan mayor capacidad de operaciones, reducción de tiempos y más espacio de almacenamiento. A mayor productividad, menor coste a medio y largo plazo. Pero el enfoque de esta inversión no debe ser la reducción de gastos en sí misma, sino más eficiencia en la cadena de suministro en su conjunto. Cuando reducimos costes sin tener en cuenta la búsqueda de una ventaja competitiva (como buscar proveedores más baratos y de menor calidad), los resultados suelen ser nefastos.
“De los muchos cambios que han tenido lugar en el pensamiento de la dirección de empresas durante los últimos 30 años, quizás el más significativo ha sido el énfasis puesto en la búsqueda de estrategias que provean de un mayor valor a los ojos del cliente”
Así lo expone Martin Christopher en su libro ‘Logistics and Supply Chain Management’.
Ejes de la logística como ventaja competitiva
La logística tiene dos ejes principales a través de los cuales se canaliza esa ventaja competitiva para las empresas: el eje de valor y el eje de costes. El primero implica servicios personalizados, fiabilidad y capacidad de respuesta, mientras que el segundo se orienta a suministros sincronizados, optimización de recursos, etc.


En cuanto el eje de valor, las empresas deben adecuar su logística a la medida de sus clientes y sus necesidades. La ventaja competitiva se materializa cuando construimos sistemas de distribución que se adecuan a las exigencias de sus consumidores, alejándose del mero traslado de la mercancía de un punto a otro. Es nuevamente la inversión en sistemas tecnológicos la estrategia que más nos acerca a una logística basada en la satisfacción del cliente.
Asimismo, la fiabilidad es otro aspecto clave a tener en cuenta. No podríamos ofrecer una ventaja competitiva si nuestra logística no resultara fiable. Debemos ser capaces de cumplir plazos y resolver problemas cuando éstos surgen, algo que ocurre con frecuencia. A ojos del consumidor, debemos ser un aliado, ganarnos su confianza, ser resolutivos y acompañarles en todo el proceso hasta que el producto o servicio llega a su destino de manera satisfactoria. Dado que la logística está a merced del vaivén de los acontecimientos, lo inesperado ocurre, por ello nuestra capacidad de respuesta debe ser infalible.
“La optimización de los costes junto al incremento de valor es el matrimonio perfecto para generar una ventaja competitiva de cara a nuestros clientes”
Por su parte, en cuanto al eje de costes de la logística, el uso efectivo de los recursos es la clave dentro de la política de reducción de costes. Un almacén optimizado, moderno y bien gestionado es mucho más productivo que otro obsoleto, infrautilizado y sin capacitación tecnológica. Lo mismo ocurre con el diseño de las rutas de distribución, los medios de transporte, etc.
Externalización
Como hemos visto, es fundamental atender a la cadena de suministro como activo imprescindible para generar una ventaja competitiva para captar nuevos clientes y fidelizar los ya existentes. Sin embargo, pese a hablar de la cadena de suministro de forma general, es imprescindible examinar todos y cada uno de los agentes y procesos que participan en supply chain, lo que diagnostica si realmente estamos aportando valor añadido en cada uno de ellos.
Dentro de la logística, por ejemplo, tenemos la logística interna, la logística de salida, la logística de aprovisionamiento, la logística inversa, etc. En cada una de estas vertientes, debemos analizar qué estamos haciendo o qué podemos hacer para que el valor diferencial o la ventaja competitiva sea una realidad que llega hasta el cliente. ¿Hay infraestructura, personal, conocimiento y medios tecnológicos para sacar el máximo provecho de las capacidades de cada una de las partes del proceso? ¿Cuánto debemos invertir? ¿Necesito externalizar? ¿Qué beneficios obtengo a corto, medio y largo plazo?
La respuesta a todas estas preguntas nos encauza hacia la cadena de suministro como ventaja competitiva de nuestra empresa, o lo que viene a ser un valor diferencial para nuestros clientes. La externalización de aquellas funciones en las que la empresa no logra generar valor o necesitan ayuda para conseguirlo, se ha convertido en una constante de cara a una gestión eficiente de la logística como ventaja competitiva. En Fanatic Logistic ponemos todos nuestros recursos a tu alcance para una gestión eficiente de tu cadena de suministro, desde la consultoría supply chain hasta la reorganización de la logística global.
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